JORDANIA

AMMAN

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-Hotel Crowne Plaza. www.ichotelsgroup.com. Sobre 135€ la habitación doble. A pesar de ser un 5 estrellas, las habitaciones son poco más que correctas. Aún así destila antigüedad, con el mobiliario un poco recargado y he tenido que matar un par de cucarachas. Lo mejor: un restaurante bastante íntimo donde hay un pianista tocando en directo para amenizarte la cena.

AQABA

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-Hotel Intercontinental de Aqaba. www.intercontinental.com. Sobre 160€ la habitación doble. Impresionante es un adjetivo muy manido hoy en día, pero aquí realmente cobra sentido. Cuesta cerrar la boca al contemplar su hall con una lámpara de dimensiones gigantescas dominando la estancia, las piscinas y jacuzzis que llenan el jardín junto a una playa privada que da al Mar Rojo. Al este ves Israel, y enfrente Egipto. Tiene un buffet que sólo con verlo podrías desayunar, comer y cenar. Y entre tanto lujo cuenta con una barra húmeda donde hacen los mejores mojitos que he probado en mi vida.

PETRA

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-Taybet Zaman Hotel and Resort. Situado a 9 km. al sureste de Wadi Musa, en el pueblo de Taybeh. Sobre 180-200$ la habitación doble. Es sencillamente encantador. Simula un pueblecito lleno de laberínticas calles, en las cuales se hayan las habitaciones como si fueran las viviendas de ese pueblo. Según las guías, es el hotel más respetuoso con el medio ambiente ya que la contaminación lumínica es casi nula. Las habitaciones están formadas por una estancia con sofá y televisión a modo de pequeño salón, un baño y un dormitorio con una cama en la que perfectamente podríamos haber dormido a lo ancho. Es muy rústico. El restaurante y tiendas de souvenirs están muy en la línea de todo el resort.

WADI RUM (desierto)

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-En medio del desierto jordano de Wadi Rum hay varios campamentos donde pasar una velada beduina. Como el Bait Ali (www.baitali.com ) o el Captain’s Desert Campsitewww.captains-jo.com). Tiendas de campaña posicionadas junto a una pared que refugia el campamento del inhóspito desierto. Hay tiendas de campaña sin techo y con camas dentro para que te puedas dormir viendo las estrellas. Toda una experiencia. Eso sí el campamento de beduino tiene poco, está lleno de turistas-aunque no es un turismo de masas-, te ofrecen un buffet como si estuvieras en un hotel y hay actuaciones para endulzar la velada. Luego, música a todo volumen con éxitos que han traspasado fronteras como la Macarena. Aún así, el hecho de estar inmerso en el desierto y observar las estrellas desde alguna de las dunas que rodea al campamento vale mucho la pena.